lunes, 17 de julio de 2023

LA ESCUELA INDÍGENA DE MELILLA

En el otoño de 1906 o la primavera de 1907, Sidi Mohend n Abdelkrim El-Khattabiel hijo de un rifeño proespañol, llegaba a Melilla, conociéndose inmediatamente un reavivamiento de la cultura rifeña en la Plaza. El Capitán de Artillería, don Cándido Lobera Girela, destinado en la Comandancia General de Melilla, y Director del diario El Telegrama del Riff tempranamente lo incorporará a la sección en árabe de su periodico que inauguró el 23 de septiembre de 1906. La incorporación del joven intelectual rifeño supondrá un aumento cualitativo de la calidad de los artículos del diario, merced a sus estudios en Fez. 

El estudio llevado a cabo por el colaborador de esta revista, Iayad Sebti, nota un cambio cualitativo en los artículos que dejan de tener fallos gramaticalesa partir del martes, 19 de marzo de 1908. Factiblemente esta seríala la fecha de incorporación del intelectual rifeño Mohend Abd el Krim a la redacción del Telegrama del Riff, siendo plausiblemente éste su primer artículo. 

Por esas fechas, la Cámara de Comercio de Melilla, quizá por la mediación de Sí Mohand n Abd el Krim, elevó una solicitud para el establecimiento de una escuela para los niños indígenas de Melilla. Un año después, el 16 de septiembre de 1907, a las 11:00H, por la fuerza de dos Reales Órdenes de don Manuel Allendesalazar y Muñoz de Salazar, Señor Ministro de Estado (hoy Ministerio de Asuntos Exteriores), el Gobernador de la Plaza de Soberanía de Melilla, el General don José Marina Vega, inauguraba, en un local de planta baja, a espaldas de la calle Gran Capitán del Polígono, la escuela de primera enseñanza para niños indígenas, más conocida como Escuela Indígena de Melilla. 

La prensa de la época caracteriza el primitivo emplazamiento de la primera escuela de los musulmanes de Melilla del siguiente modo: "El nuevo centro de enseñanza musulmana ha sido instalado en un local de planta baja, de reciente construcción, a espaldas de la calle del Gran Capitán, higiénico y ventilado".  Por el "Plano de campo exterior de Melilla... puesto al día en 1909" (Depósito de la Guerra), sabemos que todavía a 1909 sólo había un edificio levantado inmediatamente "a espaldas de la calle Gran Capitán", éste sería el emplazamiento de la primera Escuela Indígena de Melilla, es decir, el primer colegio para los niños musulmanes melillenses:

Detalle del Plano del campo exterior de Melilla y croquis del campo fronterizo / levantado en 1894, ampliado y puesto al dia en 1909. Depósito de la Guerra. Institut Cartogràfic i Geològic de Catalunya. Se señala en el plano el edificio que podría haber acogido la primera sede de la Escuela Indígena de Melilla.

El Gobierno de Su Majestad asignaba una subvención de 5.600 pesetas al año a la inaugurada Escuela Indígena de Melilla, que quedaba bajo la dependencia de la Oficina de Asuntos Indígenas, radicada en la planta baja del todavía edificio de la Comandancia General de Melilla. El Director era el profesor don Francisco Sempere y el Taleb era Sí Mohand Abdelkrim. Debemos al Telegrama del Riff una descripción del interior del local, "cubren las paredes cartas geográficas y un buen plano de Marruecos, pizarras, carteles y escritos arábigos, ocupando lugar preferente el retrato de S. M. el Rey Don Alfonso XIII. En una parte del salón hay pupitres para la escritura española y sobre el pavimiento de la otra, hanse colocado esteras, para que sentados los alumno, reciten los versículos del Koran, cual es práctica, y escriban sobre tablilas el árabe".  

Por esas fechas, el número de alumnos matriculados era de 21, pero El Telegrama calculaba que "en lo que resta de mes se inscribirán otros muchos, pues la idea ha sido acogida con entusiasmo tanto por los musulmanes de la Plaza como del campo vecino". Efectivamente, cuatro meses después, el número de niños se multiplicaría por dos.

 En la inauguración, el profesor Sí Mohandse dirigió a los niños en la lengua autóctona versando sobre la importancia de aprender el Corán y de amar a España. El General Marina, por su parte, reconoció que la iniciativa "comenzaba de manera modesta, pero que así tenía que ser, dada las condiciones en que nace" y expresó su "convencimiento de que irá adquiriendo mayor desarrollo". Efectivamente, no pasarían cuatro meses de esta inauguración cuando el señor Presidente del Gobierno de Su Majestad, don Eduardo Dato e Iradier, en la sesión de las Cortes Generales del Reino de España, correspondientes al día 29 de enero de 1908, reconozca que la Escuela Indígena de Melilla ofrecía un "ejemplo hermosísimo, altamente consolador y de grandes esperanzas"

Frente al racismo de la época, don Eduardo Dato, afirmará en la sede de la soberanía nacional española que los niños rifeños de Melilla aprenden "de una manera tan admirable que en cuantas escuelas de la Península no he encontrado nada superior". También aprovechó para hacer una referencia al profesor Sí Mohand, reconociendo "la fortuna de escoger algunos profesores moros, hijos de personas distinguidas de algunas kabilas, que están prestando grandísimos y meritorios servicios a la Nación española". Por último, el máximo responsable del Gobierno español tachaba de "mísera" la subvención otorgada por el Ministro de Estado y mandaba aumentarla y extender la acción educativa a otras ciudades bajo soberanía patria, como Tetuán.

En la a visita a Melilla del Ministro de Fomento, don Rafael Gasset Chinchilla, en enero de 1910, comprobaremos que la Escuela Indígena había cambiado de sede pues el Ministro visitará el día 11 de enero "la escuela para niños indígenas establecida en el Buen Acuerdo":

Detalle del Plano del campo exterior de Melilla y croquis del campo fronterizo / levantado en 1894, ampliado y puesto al dia en 1909. Depósito de la Guerra. Institut Cartogràfic i Geològic de Catalunya.

Por la obra de don Ricardo Ruiz Orsatti (1918), "La enseñanza en Marruecos", que he podido recuperar del Servicio Histórico Militar, infierí que la sede de la Escuela Indígena de Melilla, que el Telegrama establece en el barrio del Buen Acuerdo, estaba establecida concretamente en la calle del General Buceta, número 16. Dato que se puede corroborar en las fotografías de Lázaro para la revista La Ilustración Artística: 

Foto de Lázaro para la revista La Ilustración Artística (edición del 24 de agosto de 1914)


Edificio melillense cuyo primer uso fue el de servir de Escuela Indígena de Melilla para los niños melillenses musulmanes de la ciudad.

 A tenor del "Plano de campo exterior de Melilla... puesto al día en 1909" (Depósito de la Guerra), infiero que fue un edificio levantado el mismo año de 1909, que se puso a disposición de la Oficina de Asuntos Indígenas que lo destinará como sede principal de la Escuela Indígena de Melilla. Abundando más en lo anterior, he podido comprobar que el local de la Escuela de árabe vulgar de Melilla, abierta el 1 de noviembre de 1904, pronto quedó pequeño (Vid. Telegrama del Riff de 11/01/1907, p. ej.). En 1906, José Riquelme, uno de los padres fundadores de la Escuela Indígena de Melilla, ya fue es nombrado profesor de la Escuela de Árabe de Melilla, empezandose a entrelazarse ambas instituciones. Pues bien, en la prensa de julio de 1909 encontré la siguiente noticia reveladora: 

"Han terminado los exámenes en la Academia de Árabe. Se han presentado treinta alumnos. El premio de 2.000 pesetas lo ha obtenido el capitán de Estado Mayor D. Ricardo Guerrero. También se han celebrado los exámenes en la Escuela de primera enseñanza para indígenas, presidiendo el acto el jefe de la oficina indígena. Los ejercicios han sido notables. A los alumnos, pertenecientes todos á familias del campo, les fueron regalados premios consis tentés en azúcar, cajas de te, velas y prendas de vestir."

De la noticia se hace obvio que para julio de 1909, el edificio de reciente construcción sito en la calle del General Buceta, número 16, acogió simultáneamente la Escuela de árabe y la Escuela Indígena. Caracteristica esta que todavía individualizaba al edificio diez años después, tal y como delatará Ricardo Ruiz Orsatti en su libro La enseñanza en Marruecos.

El Telegrama del Rif con motivo de la visita del Ministro Gasset en 1910 destacará el progreso de la escuela en sus tres años de existencia, pues "la clase estaba llena de muchachos de las cábilas limítrofes y en los bancos laterales se veía muchos hombres de la Policía Indígena. Éstos se han inscrito para poder aspirar al ascenso en las compañías que se organizan". El equipo docente era el mismo desde la inauguración, con don Francisco Semper, como Director; el Capitán, don José Riquelme, como inspector, y Sí Mohand Abdelkrim, como "profesor indígena", que el mes de mayo solicitó la nacionalidad española, que le sería denegada. 

El diario destacará que "ante el señor Gasset explicaron diversos alumnos, sobresaliendo uno de Frajana que demostró grandes conocimientos de geografía y matemáticas. Sobre los mapas de España y Europa señaló el curso de los principales ríos, cabos, etc. Después resolvió un problema de aritmética". Las autoridades españolas, de nuevo, elogiarán la labor pedagógica del profesor Sí Mohand. Finalmente,  "Al registrarse los juguetes se registraron escenas cómicas entre los chicos pues todos querían "fusila" ".

En este colegio musulmán melillense, el profesor Sí Mohand formará para la causa de la Nación Española a la élite de la comunidad musulmana de Melilla. Estos discípulos suyos, décadas después, serán los dirigentes de la comunidad musulmana de Melilla y tendrán un gran papel en la sociedad española. 

Así, en enero de 1911, para festejar la victoria española en la Campaña del nueve contra las cábilas insumisas guelayenses, el mismísimo Rey de España, don Alfonso XII de Borbón y Borbón, visitaba por segunda vez la Plaza de Soberanía de Melilla. El día 10 de enero, por la tarde, el monarca se personaba en la Escuela Indígena de Melilla. Para la recepción, el equipo docente de Riquelme, Semper y Abdelkrim, será presidido por el Jefe de la Sección de Asuntos Indígenas, el Teniente Coronel, don Juan Cantón, que se desplazará desde la Comandancia General de Melilla para recibir al monarca. 

Con la visita real, hará su primera aparición en la historia un personaje que años después será el Presidente de la Comunidad Musulmana de Melilla, Comandante General de Ceuta, Capitán General de la VIII Región Militar y Capitán general de Canarias. En 1910, empero, era un mero zagal melillense de 13 años, que asistía a la Escuela Indígena de Melilla, donde atendía a las clases de Sí Mohand. Se llamaba Mohammed b. Mizzian Bel-Kasen, más conocido hoy como el General Mizzian.

"En el momento de entrar S.M. en la Escuela dio un Viva el Rey! uno de los alumnos, siendo contestado por todos los demás. Después de saludar S. M. á muchos de los padres de los alumnos, que se hallaban presentes, quiso conocer los adelantos de los jóvenes moros. Salió al encerado el alumno Mohammed Ben Mezián y resolvió un problema complicado de regla de interés. Este mismo alumno, en los mapas de España y de Europa describió con mucha soltura algunos de los rios más principales, diversas provincias y principales capitales de los Estados." 

Foto de Lázaro para la revista La Ilustración Artística (edición del 24 de agosto de 1914)

También llamará la atención del Rey de España otro zagal melillense, Maimon Mohatar (Mimun Ben El-Mejtar), hijo del célebre agente proespañol del mismo nombre, luego ascendido a Policía Indígena, caracterizado por su cercanía a Sidi Mohamed Asmani, el gato. El hijo del policía, Sidi Maimon Mohatar, del mismo nombre: "...resolvió un problema de regla de cambio que causó la admiración de S. M. y todos los presentes; pero la ovación y el aplauso general fué al recitar este alumno un himno a la Bandera Española con clara entonación y verdadero entusiasmo patriótico". Maimon Mohatar hijo (Mimun Ben El-Mejtar), llegará a ser uno de los primeros musulmanes de Melilla en convertirse en funcionario español, trabajando en la sección de Correos.

Foto de Lázaro para la revista La Ilustración Artística (edición del 24 de agosto de 1914). El día 6 de ese mes se celebraron los exámenes finales. La calificación de Mimun ben el Mojtar fue de sobresaliente, recibiendo el primer premio.

Tras conocer a los niños melillenses musulmanes, el Rey estrechará la mano de los profesores entre ellos la de Riquelme y la del profesor Sí Mohend n Abdelkrim, que un año después solicitaría por segunda vez hacerse español.  

Además de la sede principal de la Escuela Indígena de Melilla, sita en la calle del General Buceta, número 16, he podido localizar otra sede de la Escuela Indígena, en el barrio del Hipódromo. Así en la edición del Telegrama del Rif correspondiente al 22 de enero de 1911 encontramos el siguiente anuncio: "Se nos ruega hagamos constar que la matrícula para el ingreso en la Escuela indígena del Hipódromo, es libre de gastos. A la terminación del curso, se concederá un premio de 500 pesetas al alumno que obtenga mejores notas".

Encontré, en la edición del 23 de febrero de 1912, del mismo diario, otro anuncio destinadoa los "Encargados de hacer las compras para las posiciones", rezaba lo que sigue: "Si queréis bien a vuestros soldados, no comprar chorizos sin ver antes el tamaño y calidad de los que tiene en el gran depósito del Hipódromo, hoy casa en construcción al lado del mercado y detrás de la Escuela Indigena. D. José Pérez, con toda seguridad son los mejores que han entrado en la Plaza". Inferí que a principios del año 11, en la zona de reciente construcción, conocida como Barrio del Hipódromo (zona que nace de las campañas de la II Guerra de Melilla), uno de los nuevos edificios se reservó a la Oficina de Asuntos Indígenas que lo usó como Escuela Indígena, cercana a un mercado. Pues bien en un plano de población de 1913 encontré representada esta realidad:

Plano de Melilla [Material cartográfico] por una comisión del Cuerpo de E. M. del Ejército. Escala 1:2.500. publicado por el Depósito de la Guerra, [Madrid], 1913.

Del plano extraigo que esta sede de la Escuela Indígena de Melilla se situaba donde hoy esta levantado otro edificio,cuya planta baja es un bar. El espacio del antiguo mercado lo ocupa la actual estación de autobuses.


 

EL DESPEGUE DEL MELILLENSE ABDELKRIM

Archivo de ABC. En la escuela indígena de Melilla. El presidente del Congreso, Sr. Villanueva, Visitando la escuela y Oyendo leer A un morito un fragmento de la historia de España. Fotografía de Lázaro a 30/06/1913

He de hacer un inciso para precisar que a partir de esta parte del trabajo, todas las referencias entrecomilladas corresponderán a "Documentos de Abd el Krim" procedentes del Archivo General Militar de Madrid. 

El 28 de julio de 1913, a un año de terminar la II Guerra de Melilla, con el asesinato de Sidi Chrif Amezzian, era aprobado el nombramiento  Sí Mohand n Abdelkrim como Cadi (Juez islámico), lo que lo convertía en dirigente de Derecho de los musulmanes de Melila. Sólo un mes después, el 25 de agosto, su padre y él recibirán sendas medallas por su participación en la liberación de los prisioneros de Sidi Chrif Amezzian. También ese mismo año Sí Mohand fue nombrado caballero de la Orden de Isabel la Católica. 

En abril de 1914, Sí Mohand ampliaba su jurisdicción al ser nombrado por el Jalifa, "Cadi de Farjana" y "Cadi Codat", lo que consolidaba su autoridad entre los rifeños. El 1 de octubre de ese mismo año, a instancias del Comandante General de la Plaza de Melilla, don Francisco Gómez Jordana, la Academia de Oficial de árabe incluía para el nuevo curso la enseñanza del "schelja", es decir del idioma rifeño. Estas clases destinadas a militares españoles serían dadas por el profesor Sí Mohand, con la ayuda de Sí Mohamed Tah-Tahen una de las aulas de un colegio establecido a la sazón, en la calle Carlos de Arellanos, en las cercanías de la Escuela Indígena de Melilla, denominado "Colegio de la Reina Victoria.  

EL OCASO DEL MELILLENSE ABDELKRIM

Los ascensos de Sí Mohand n Abdelkrim generaron las suspicacias de las autoridades de la Plaza del Peñón de Alhucemas, y en especial del Comandante General, Roberto Gavilá Gavilá y también del Capitán de Infanferia, Vicente Sist Robello, Jefe de la Oficina de Asuntos Indígenas. El 11 de mayo de 1915, ya veremos a los militares del Peñón de Alhucemas advirtiendo de que "el faquí Si Abd-el-Krim continúa su labor en contra nuestra», generando las reservas de la Comandancia General de Melilla. Las autoridades del Peñón, a pesar de todo, recomendarán «prender a los hijos y anular al padre». (día 15). 

El choque entre las autoridades militares de Melilla y las del Peñón de Alhucemas cambiarán de fuerzas a partir del 9 de julio, cuando llegue al cargo de Alto de España en Marruecos, Francisco Gómez Jordana, pasando el cargo de Comandante General de la Plaza de Melilla, el 13 de julio, a Luis Aizpuru Mondéjar.  El 16 de agosto, el Capitán Sist elevará un informe incendiario en el que acusará a Sí Mohend de haberle reconocido personalmente que estaba en contra de la ocupación española, «considera peligrosa la actitud de la familia del faquí Si Abd-el-Krim si no se toman medidas que la hagan cesar definitivamente», el mismo día el General Aizpuru propondrá al Alto Comisario que desestime la segunda solicitud de acceso a la nacionalidad española de Sí Mohend

Riquelme, compañero de Sí Mohand en la Escuela Indígena de Melilla, saldrá en su defensa, a pesar de ser un fiero soldado español, que en alguna ocasión dio un castigo ejemplar fusilando algún moro desertor (Vid. prensa del 10/01/1912 p. ej.). Riquelme elevará un informe al General Aizpuru, tras la oportuna entrevista con su compañero, Sí Mohand, en el que matizará las acusaciones de Sist. El encontronazo entre Sist y Si Mohand no fue cordial, «Efectivamente, contestando molesto a una frase del capitán Sist de que estaba seguro de que en su fuero interno deseaba la independencia de Marruecos y la expulsión de los cristianos, dijo que sí, picado su amor propio por concepto tan injusto» (en mayúsculas, en el original); «estaba dispuesto a jurar que nunca traicionaría a España» (en mayúsculas). Riquelme, matizaba que por mucha simpatía que pudiera sentir por algún país de la triple alianza, Abdelkrim declaraba que estaba «siempre por España, por encima de todo». Una anotación del legajo indica: «el relato de esta conversación es muy interesante y desvirtúa casi por completo el grave informe de Sist». Aizpuru mandará el informe a Tetuán, sede de la Alta Comisaría, el día 22 de agosto. El día 30, el padre de Sí Mohandserá el que se dirigirá al Comandante General de la Plaza, lamentándose del Comandante Gavilá y «su falta de consideración hacia mí y mis intereses, tratándome como un enemigo irreconciliable». 

El Alto Comisario de España en Marruecos, dará máxima seriedad a las acusaciones de Sist, y ordenará un careo entre Sí Mohend y Sist, mandando a su hijo, Francisco Gómez Sousa, como testigo del enfrentamiento. El hijo del Alto Comisario, por sensaciones personales («un fuego en la mirada delator... bajando entonces la vista...») le harán llegar a la conclusión de que «no quieren a España... creo, pues, que cumplimentando al pie de la letra la orden del alto comisario, debiera encarcelarse a Si Mohand».

El 7 de septiembre, el Alto Comisario Jordana comunicaba al Ministro de Estado, don Salvador Bermúdez de Castro O'Lawlor, el cese provisional de Mohamed Abdelkrim «en el cargo que desempeña, sin perjuicio de destituirle definitivamente por dahir jalifiano; someterle a un proceso por traición, y hacerle ingresar hasta que recaiga sentencia en un fuerte, en calidad de preso... es evidente que un agitador como Si Mohand no puede seguir siendo cadí». Al día siguiente, Sí Mohend era detenido por «sospechas de falta de lealtad a la causa de España». Su casa sería intensamente registrada y sus documentos y escritos intervenidos. El profesor melillense, Cadí Cudat de la región oriental y caballero de la Orden de Isabel, era conducido a una celda en el Fuerte Exterior de las Cabrerizas Altas, ante la imaginable sorpresa de melillenses.

No tardaría en visitarle a prisión su compañero en la Escuela Indígena Riquelme, a quien el profesor Mohend le trasmitiría «el sentimiento profundo que le había producido el ser acusado de traidor a España... extrañándole más todavía –y con mucha razón, hay que mencionar–, que todo fuera debido "a unas frases que en un momento de enfado pueda haber dicho en una conversación privada". Se ratificó en que había "servido lealmente a España", y en la "hostilidad manifiesta" de Sist, que puede responder a que él actuaba siguiendo instrucciones de Melilla, no de Alhucemas, por lo que el Capitán podía haberse creído "invadido en sus facultades". Estaba dispuesto a hacer todo, "incluso aconsejando a su padre y a su tío que se retiren del campo y se vengan a vivir a Melilla, Tetuán, u otro punto que se les señale". Riquelme haría un informe y el Comandante de la Plaza lo elevaría el día 21 de septiembre. 

Ante el drama que vivía su hijo, Abdelkrim padre, desde el Rif se dirigirá el 9 de octubre en estos términos al General Aizpuru, Comandante General de la Plaza de Melilla: «juro por Dios que mi corazón sigue unido a España para todo...Dios es el que sabe quién fue la causa de nuestra separación y de la falta de consideración hacia mí, despreciándome (Gavilá)... un engaño de vuestros vecinos y amigos, a los cuales gratificáis... sin que de ellos consigáis nada».

Una nota de la época rezaba: «No es de creer que de las actuaciones resulte cargo alguno contra él, pues únicamente pudiera suceder que no haya reservado su opinión, posiblemente germanófila, pero sin realizar acto alguno, no habiendo por tanto materia delictiva».

ABDELKRIM A JUICIO

En el juicio por «sospechas de falta de lealtad a la causa de España», la instrucción correspondió al Coronel don López Sanz. Las autoridades que llevaron a cabo la intervención del domicilio del acusado y sus documentos reconocieron no «encontrar ningun documento que le comprometiera». Sí Mohend reafirmó su lealtad a España, acudiendo como testigos de su lealtad el General don Julio de Ardanaz Crespo, sus compañeros de la Oficina Indígena de Melilla, el Teniente Coronel, don José Riquelme y el Capitán don José Barbeta Rourel, así como el comerciante don Antonio Ibancos.

Sí Mohend, para reafirmar sus declaraciones, hubo de reconocer en la vista las labores como agentes favorables a España que se había encomendado a la familia Abdelkrim en la zona del Riff Central, concretamente la formación de un «partido español con la gente de la montaña de Beni Urriaguel y los individuos sueltos de la playa». Los Abdelkrim eran confidentes del Ejército español y su tarea era colaborar en acabar con las bolsas de oposición a la invasión española, que el acusado llamaba en el juicio «abolir la formación de harcas»

La acusación la encabezaban el Comandante General del Peñón de Alhucemas, Gavilá, el Capitán Sist, un residente en el Peñón, y tres rifeños a los que Sí Mohend impugnó por ser «los enemigos más grandes que tiene». El testigo Barbeta, confirmó la impugnación del profesor declarando unos intereses concretos en la parte acusatoria.

El 5 de noviembre se emitía una resolución por la que el Juez instructor consideraba «que el Cadí Si Mohand no aparece responsable de delito o falta comprendido en el Código de justicia Militar, opinando que pueden suspenderse estas actuaciones». A pesar de ello, sólo un día después, el Alto Comisario de España en Marruecos comunicaba al Comandante General de Melilla, Aizpuru, que «procede suspender de empleo y sueldo» al funcionario Abd el Krim. El día 19, el Comandante General de la Plaza, el General Aizpuru, daba «por terminadas estas actuaciones sin responsabilidad para el moro Si Mohand Ben Si Abd-elKrim». Se había destrozado la vida y reputación de un musulmán melillense meramente por sospechas y prejuicios latentes, mas no terminaba ahí la persecución.

El día 23, el General Aizpuru trasladaba al Alto Comisario un mensaje pasmoso, si Su Excelencia no estuviere con la decisión judicial «la reformaría ajustándola a las indicaciones que V. E. me hiciese». La máxima autoridad colonial admitía el edicto «por razones políticas muy dignas de tener en cuenta... pero continuando preso Si Mohan, lo mismo que hasta ahora». A partir de este momento, Sí Mohand podría considerarse un rehén en manos de la administración. 

ABDELKRIM, UN REHÉN DE LOS AFRICANISTAS

El día 4 de diciembre será nada más y nada menos que el Ministro de Guerra, don Ramón Echagüe y Méndez Vigo, quien advierta al Alto Comisario Jordana de lo que podría suponer este secuestro «la familia de los Abd-elKrim tiene mucha influencia en el Rif, y no conviene cortar nuestras relaciones con ella en absoluto. Tal vez las circunstancias nos obliguen a utilizar en plazo breve sus servicios». El día 20, será el Ministro de Estado (es decir, de Asuntos Exteriores), don Salvador Bermúdez, quien desautorice a la Administración colonial: «es éste un asunto muy delicado y de suma trascendencia, máxime no habiendo pruebas fehacientes de actos delictivos». Si Mohend quedaba separado de su plaza de Juez «pero sin retirarle la pensión de la cruz».

Para entonces, Si Mohand estaría desesperado, el día 27, intentará fugarse del Fuerte de Cabrerizas Alta, a través de una cañonera por medio de una cuerda escondida en un banasto de comida, posiblemente por algún militar amigo. Caería al foso, a más de ocho metros, rompiéndose una pierna. Sería detenido por la guardia a ochenta metros del fuerte, quedando cojo de por vida. Sobre el Comandante del Fuerte de las Cabrerizas Altas recaería la responsabilidad de los hechos.

En febrero de 1916, será el propia Comandante General de la Plaza, Aizpuru, quien proteste ante el Alto Comisario «la reclusión no está hoy muy justificada...no consideran deslealtad el laborar a favor de los turco-alemanes». El padre de Sí Mohand, visíblemente afectado, escribirá una dura carta al compañero de su hijo Riqueleme «cada día y cada mes espero de vosotros que pondréis en libertad a mi hijo... El fuerte tiene clemencia del débil... Habéis obrado mal con nosotros. Vuestro antiguo amigo tan injustamente tratado».

En mayo de 1916, el Ejército español planeaba un desembarco en el Riff central, con el objetivo de asegurar la operación Abd el Krim padre será abiertamente chantajeado con el hijo secuestrado en Melilla «con objeto ejercer presión sobre él, he incomunicado a Si Mohand, y anunciado que si su padre no depone actitud hostil, lo trasladaré a la cárcel y no le guardaré ningún género de consideración». 

Asegurada la entusiasta adhesión de Abdelkrim padre al Ejército español y sus planes de invasión, el melillense musulmán Sí Mohand era liberado aprincipios de agosto. Había permanecido once meses en prisión desprovisto del amparo del Estado de Derecho y de la civilización que los africanistas aseguraban iban a procurar a sus "protegidos". Quedaba claro que su encarcelamiento era un chantaje para asegurar a su padre. 

ABDELKRIM RESTITUIDO

El 7 de febrero de 1917, el mismo Alto Comisario Jordana, que lo encarceló, estimaba la solicitud del Comandante General de la Plaza de Melilla, Aizpuru, de restituir a Sí Mohend en su plaza de Juez, a la que se incorporaba el 15 de mayo. El día 30, recobraba su cátedra de profesor de Chelja en la Escula Oficial de Árabe de Melilla. En el mismo orden, se producía «la destitución del comandante militar de Alhucemas, la del capitán de la Oficina Indígena, la del intérprete y la de todos los elementos que en Alhucemas intervinieron y dieron lugar a aquel estado de cosas» (La Comisión de Responsabilidades, pág. 119, declaración del coronel Riquelme). Su hermano también volvía a ser becado. La vuela de sus honores posiblemente sólo le reafirmara en que los confidentes no eran libres, meramente habían de moverse para notar las cadenas. La I Guerra Mundial se lo había mostrado, sin género de dudas. 

El profesor Sí Mohand continuaría siendo un melillense más, dando clases en la Escuela Indígena de Melilla, en el Barrio del Buen Acuerdo, y ejerciendo de Cadi Cudat de la región oriental, pero algo había cambiado para siempre. De este período (1917-1919) son las fotografías que Nicolás Rodríguez López, sobrino del capitán Cándido López Castillejos, facilitó al investigador melillense don José Marqués López, que a su vez se las cedió a doña María Rosa de Madariaga para su libro, “Abd El Krim, El Jatabi. La lucha por la independencia”. Estas fotos, se corresponden con la apertura del curso de la Academia Oficial de Árabe del 11 de octubre de 1918 (“El Telegrama del Rif” el 12 de octubre de 1918). Seis meses después, a principios de abril de 1919, el Juez Sí Mohend solicitaría un mes de licencia para ir a contraer matrimonio en el Riff central, su hermano menor, aprovechó las vacaciones de navidad para hacer igual. Ninguno volvería. No querían ser por más tiempo rehenes de las autoridades militares españolas.

REFERENCIAS 

Antonio García-Nieto. Los españoles que vivieron en Marruecos. Editorial Almuzara, 2023.

David Alvarado. Rif De Abdelkrim a los indignados de Alhucemas. Los Libros de La Catarata, 2020.

—Juan Antonio Gómez Martínez. Mohammed ben Abd el-Krim el-Jattaby el-Aydiri el-Urriagly según documentos oficiales españoles: hasta 1914. Fajardo el Bravo, 2008.

—Julio Albi de la Cuesta. En torno a Annual. Ministerio de Defensa, Secretaría General Técnica, 2016.  

Manuel Serrano Vélez. Silvestre o el sueño de un imperio. Editorial Almuzara, 2018.

Ricardo Ruiz Orsatt. La enseñanza en Marruecos. Escuela Hispano-Árabe de Tanger, 1918 (La Papelera Africana). Servicio Histórico Militar.

 

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