miércoles, 26 de abril de 2023

¿QUÉ SIGNIFICA MELILLA?

El significado del nombre de la ciudad de Melilla es un tema que ha suscitado curiosidad e interés investigativo desde hace siglos, desarrollándose diferentes teorías explicativas a lo largo de los siglos. No es nuestra intención en este espacio hablar de todas y cada una de ellas, sino apuntar a los paradigmas más extendidos y su desarrollo para concluir en una vista al actual estado de la cuestión.

La hipótesis tradicional que ha gozado del favor institucional hasta hace unas décadas, es la que relacionaba a Melilla con el vocablo castellano “miel” . Al margen del parecido sonoro fortuito entre ambas palabras, esta hipótesis tuvo su asiento en un fragmento del libro “Descripción de África y de las cosas notables que ahí hay” escrito en 1526, a encargo del Papa León X, por un musulmán convertido al Cristianismo, el León Africano. El fragmento del libro es como sigue:

Como apuntó, ya a principios del siglo XX, la versión anotada de Alexis Epaulard et al. del manuscrito, la etimología propuesta por el León Africano (convertido cristiano que luego huyó y retornó a su religión materna) es irreal. En lengua africana, es decir, en tamazight, miel es tamment y filológicamente no guarda relación con melila.

A partir de esta crítica se abrieron una ristra de propuestas, como la que entendía a Melilla como los bancales, aunque se han de destacar dos grandes conjuntos de hipótesis investigativas sobre el origen del nombre de la ciudad española en el Rif. Las teorías continuistas, que mantuvieron fuerza hasta el último cuarto del siglo XX, y las teorías alternativas, que hoy por hoy han desplazado a la hipótesis tradicional. 

Las teorías continuistas, han de ser consideradas un paradigma diferente del establecido por el León Africano, y tuvieron por un tiempo el favor de numismáticos como Paul Mazard, quien en su "Corpus nummorum numidiae Mauretaniaeque" (Biblioteca Nacional de Francia), intuyó, sin mayor prueba que aparecía una abeja en las monedas mauritanas de Rus Adir, que Melilla habría tomado su nombre del vocablo griego melita (!). La debilidad de esta hipótesis estribaba en que este hecho había de basarse en una presencia griega en Rus Adir de la que no hablan ni las fuentes escritas ni los restos arqueológicos.:

Algunos partidarios de esta hipótesis llegaron al esfuerzo interpretativo en el desarrollo de su propuesta, de sostener que Rus Adir habría sido una ciudad diferente de una hipotética Melilla antigua,1 identificada como la Melissa de Hecateo de Mileto. Según esta línea los hipotéticos griegos habrían llamado a Rus Adir, Akros, siendo la Melilla antigua un establecimiento llamado por los giregos Melissa. Esta hipótesis es dibujada por el investigador de la Sociedad de Estadudios Melillenses, don Claudio Barrio. 

La cábala se contorsiona más cuando los partidarios de esta hipótesis relacionan, sin prueba alguna a la “ciudad de Melissa” de Hecateo de Mileto con la “ciudad de Melita” de la fuente griega que conocemos como el Periplo de Hannon:

Estas adivinanzas, único sostén de la hipótesis, hicieron al final reconocer explícitamente a sus partidarios de la insuficiencia de argumentos de esta hipótesis:

El declive de los paradigmas continuistas se dio, de manera paralela, al reforzamiento de las propuestas filológicas que relacionan a Melilla con el contexto en el que surge, la Edad Media musulmana africana. Estos estudios filológicos apuntan a que Melilla, es una derivación castellana de Melila, que a su vez es una arabización de una palabra amazigh, Tamlilt, que literalmente significa “la Blanca”. (Dr. Max Doppelbauer). Este nombre no es exclusivo de la Ciudad Autónoma de Melilla sino que existen otras ciudades también fundadas por norteafricanos que mantienen el nombre originario prearabizado,  Tamlilt.



ESTADO DE LA CUESTIÓN. ¿HACIA UN NUEVO PARADIGMA? 

Hoy por hoy, la propuesta etimológica de Melilla desde el tamazight es la propuesta que goza de mayores consensos, pero dentro de las propuestas etimológicas hemos de destacar otra más reciente, del catedrático medievalista, don Ahmed Tahiri, que se despunta por la genealidad de haber trascendido el paradigma filológico y plantear un origen estrictamente histórico para el origen del nombre de la ciudad de Melilla. 

En su obra Rīf, al-Magrib y al-Andalus: organización del territorio en las dos orillas del Estrecho, Tahiri (2007) nos descubre una crónica hasta ahora desconocida para el mundo investigativo (Abu-l-Qasim AL-ZAYANI. "Al-Turyumana al-kubra fi ajbar alma‘mur baran wa bahran", p. 79.), en la que se narra que la construcción de la ciudad de Melila (el texto es en árabe) se realizó en el año 710 d.C. a instancias del emir Idris b . Salih, conocido como AMLIL, el cual habría bautizado la ciudad con su propio apellido. Amlil fue, nada más y nada menos que el fundador de un reino independiente rifeño, el emirato de Temsamane, luego conocido como reino de Nekor, que también había pasado desapercibido para la investigación histórica.

Habiéndose consolidado la propuesta del origen amazigh de Melilla, sólo el tiempo dirá si la hipótesis etimológica tamazight es desplazada por la propuesta histórica rifeña. Por lo pronto, queda pendiente  la profundización y sistematización de la historia del reino rifeño de Temsaman/Nekor. De ello podría depender el fin de la controversia sobre qué significa el nombre de nuestra ciudad.

         

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