martes, 17 de enero de 2023

¿ES "CABALLA" LA POBLACIÓN ORIGINARIA DE SEBTA?

En 2019, la RAE aceptó el término "caballa" como gentilicio de los ceutíes. Que hasta 2019 no se hubiera aceptado, motivó que un buen amigo mío cebtí me preguntara por el origen concreto del término, lo que me sirvió para hacer una breve investigación que comparto desde nuestra revista. 

La primera referencia escrita que he encontrado a este termino data de 1964, en un libro titulado "La España de cada provincia", editado por un medio oficialista de la dictadura "Publicaciones Españolas". 


El libro fue escrito ocho años después de la independencia de Marruecos, en una época en la que se buscaba invisibilizar a la población originaria, ocultar su indiscutible arraigo en los ancestrales "campos moros de Ceuta y Melilla", y presentar como autóctona una población peninsular que en un en 50,5% había nacido fuera de Melilla, y en un 47,18% había nacido fuera de Ceuta (Madroñero, 1977).

El precedente de este uso, tras consultar a don José Luis Gómez Barceló, historiador, Cronista Oficial de la Ciudad de Ceuta y archivero diocesano, podría buscarse dos décadas antes, en 1946, cuando se creó el Club Natación Caballa, "una de las primeras instituciones que toma el término como alusivo a la Ciudad". Aunque, todavía en esa época era inexistente el uso de "los caballas" para referirse a los cebtíes. De hecho, el término estaba reducido, a algunas embarcaciones, algunas de las cuales incluso lo representaban en sus matrículas. Un uso típico de cualquier puerto español.

La importancia del "bonito y la caballa" está muy documentada en las fuentes, otra cosa es encontrar pruebas de que los cebtíes fueran llamados "los caballas". Así, en 1921 ya tenemos constancia por Francisco Gómez Hidalgo. "Marruecos, la tragedia prevista" (J. Pueyo, 1921), de que Ceuta es referenciada como "la ciudad de las caballas" (y no los caballas):

El Cronista de Ceuta menciona algunas anécdotas extraídas del periódico El África, que demuestran dos cosas: 1) la importancia de este pez 2) la absencia del término "los caballas" como gentilicio cebtí. Entre las anécdotas mencionadas, está la polémica desarrollada en 1899, a raíz de la costumbre de los serenos del Presidio de exclamar Ave María Purísima, y caballa, por la Virgen de África:  

Periódico El África, edición del 2 de noviembre de 1895

También documenta cómo durante los días 7 y 8 de marzo de 1899, la prensa se hizo eco de la pesca de más de 60.000 caballas.

Periódico El África, edición del 11 de marzo de 1899

Es destacable la mención del Cronista Romualdo Nogués Milagro. "Aventuras y desventuras de un soldado viejo natural de Borja" (La España Moderna, 1897), un militar español que desembarcó en Ceuta, en febrero de 1860, para participar en la guerra de África y que dice:

"La llegada de una joven a Ceuta era un acontecimiento. La hija de un coronel supo que las muchachas africanas la criticaban. Para burlarse de ellas, mientras permaneció en la ciudad, usó vestidos de percal de dos reales vara, y se abanicó con una caballa de cartón, porque en Ceuta el referido pescado lo comen las cursis."

También menciona una fuente de la misma época que la anterior, la compilación de Emilio Lafuente y Alcántara, "Cancionero Popular. Coleccion escogida de seguidillas y coplas" (1865), que destaca la importancia para Ceuta del bonito y la caballa:


A lo que documenta el señor Barceló, humildemente he de añadir otra fuente, dos décadas más antigua y que que documenta igualmente la importancia del "bonito y la caballa" para el Presidio. Es el Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de ultramar, de Pascual Madoz. Por él, sabemos que ya en 1845, la ínfima población autorizada a residir en la Plaza, se dedicaba básicamente a traer provisiones a la Plaza y a pescar bonito y caballa. A pesar de dedicarse a ello, no hay evidencia documental de que fueran  conocidos como "los caballas".

  

CONCLUSIONES

Se hace obvio que la pesca de bonito y caballa fue una actividad de hondo arraigo en la Plaza de Ceuta, por lo cual, si en tiempos tempranos, como el siglo XIX, los pescadores hubieran sido conocidos como "los caballas", esto hubiera sido documentado en las fuentes

La inexistencia de otro gentilicio,más allá de ceutí, y su versión primaria CEBTÍ, es perfectamente entendible si atendemos a que la población de las Plazas de Soberanía (Ceuta, Orán, Melilla, Peñón de Vélez y Peñón de Alhucemas...) eran en su mayoría militares y presos, junto a una exigua porción de población, dedicada a atender a los anteriores, y sometida a limitaciones tanto para la entrada en las Plazas como para su establecimiento.  

La población de la naciente ciudad de Ceuta, ciudad que substituye al Presidio, se dispara por la colonización del resto del Yebala. Por eso, el vertiginoso crecimiento poblacional peninsular llega a su fin con el fin del Protectorado marroquí. Siendo lo anterior una realidad, no parece raro que tardara en surgir un gentilicio en una población formada fundamentalemente por inmigrantes. Sirva como dato de referencia que todavía en 1970, el 47,18% de toda la población ceutí había nacido fuera de la ciudad.  

 La referencia más antigua a "los caballas", la he podido documentar en 1964. Su contexto parece ser el de mediados del siglo XX. Es la época en la que se documenta el tope de población peninsular, y a partir del que la población parará su ininterrumpido crecimiento. Poco antes, gran parte de los contingentes militares establecidos en el norte de Marruecos, incluso las tropas nativas colaboracionistas (Grupos de Tetuán I, Ceuta III, Melilla II y Alhucemas IV) serán replegados a Ceuta y Melilla, que quedarán completamente militarizadas.

Mientras Ceuta y Melilla se armaban hasta los dientes, el Departamento de Marruecos y colonias, en el que por supuesto se incluía Ceuta y Melilla, pasará a denominarse Departamento de Provincias y Plazas de Soberanía en África y los diplomáticos franquistas negarán ante la ONU que el Sáhara, Guinea, Ifni, Ceuta y Melilla fueran colonias.  En suma, con la sorpresiva independencia del Marruecos francés, orquestada de manera unilateral, el Estado español pasa de afirmar en el BOE que Ceuta y Melilla no pueden considerarse como ciudades puramente españolas, a afirmar que son parte esencial e integrante de la Nación... por su larga y fecunda historia:

Exposición de motivos, Ley de 8 de noviembre de 1941


Decreto de 21 de marzo de 1958

De hecho, es a partir de 1956, en el inicio de esta operación de cambio cosmético cuando se suprimirán los salvoconductos para que los españoles pudieran entrar libremente en Ceuta y Melilla.

Diario ABC, edición del 6 de septiembre de 1956

Las facilidades dadas a la población española se acompañarán de una maniobra absolutamente racista por la que la población originaria sebtí y de Mřič será legalmente invisibilizada. El Teniente General, Alfredo Galera Paniagua, Gobernador de los Territorios de Soberanía, emitirá un bando, el 10 de abril 1958, de creación de una Tarjeta Estadística, que no era otra cosa que una ficha de control policial para tener contada y monotorizada a la población nativa de ambas ciudades. 

Esta documentación, propia de un Estado colonial decimonónico, no permitía que sus usuarios pudieran ser contratados legalmente ni que pudieran alquilar una vivienda fuera de las barracas, pudiendo ser "rechazados a Marruecos", por cualquier Policía por cualquier motivo. El Estado colonial redujo de este modo a toda una población, la originaria sebtí y de Mřič (exceptuando una exigua minoría de nacionalizados) a la situación de esclavitud e inseguridad jurídica. Oficialmente, en Ceuta y Melilla no había apenas "musulmanes" y menos aun marroquíes, documentación que en caso de manifestarse conllevaba la deportación de la ciudad.  

En este preciso contexto, el término "los caballas" empezará a asignar a un colectivo poblacional, el de los cebtíes "cristianos" de origen peninsular, que de acuerdo a un ministro de Franco eran el revulsivo de la españolidad de Ceuta y Melilla. El término en sí, actuaría como revulsivo de las pretensiones españolas, las cuales también se justificarían de manera más deleznable, por ejemplo invisibilizando legalmente a la población originaria.

El significante de "los caballas" tiene por tanto unas implicaciones concretas, muy parecidas a las del término "pieds noir" para los argelinos de origen francés, aunque a día de hoy haya cebtíes pertenecientes a la población originaria, que lo asumen, como modo de intentar una inclusión en el sector dominante de la sociedad. Stricto sensu empero los yebala, y en particular los yebala de Anguera, no serían históricamente "los caballas" sino la población previa a... "los caballas". 

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BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA

Julio Albi de la Cuesta. ¡Españoles, a Marruecos!: La Guerra de África 1859-1860. Desperta Ferro Ediciones, 2020.

Juan José Martínez. Crónica de la guerra de África. 1860.

Gaspar Núñez de Arce. Recuerdos de la campaña de Africa. Imprenta a cargo de J.M. Rosés, 1860.

Wilhelm Oncken. Historia Universal, Volumen 45. Montaner y Simon, 1922.

La España de cada provincia. Publicaciones Españolas, 1964.

Pascual Madoz Madoz. Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de ultramar. 1850

Francisco Gómez Hidalgo. Marruecos, la tragedia prevista (J. Pueyo, 1921) 

Pedro Antonio de Alarcón Gaspar y Roig. Diario de un testigo de la guerra de Africa. 1859.

Manuel Ciges Aparicio. España bajo la dinastía de los Borbones. M. Aguilar, 1932.

Gerald Brenan. El laberinto español. Antecedentes sociales y políticos de la guerra civil. Ruedo Ibérico, 1942

Stanley Payne. Los militares y la política en la España contemporánea. Ruedo Ibérico, 1968.

Rafael Pezzi. Los presidios menores de África y la influencia española en el Rif. Fortanet, 1893.

Francisco Sánchez Ruano & Abdelmajid Benjelloun. Islam y Guerra Civil Española: moros con Franco y con la República. Esfera de los Libros, 2004.

Serafín Estébanez Calderón. Manual del oficial en Marruecos, ó Cuadro geográfico, estadístico, histórico, político y militar de aquel imperio. Boix, 1844.

INVESTIGACIONES CONSULTADAS

—José Ramón Remacha Tejada. Las fronteras de Ceuta y Melilla. Anuario español de derecho internacional, ISSN 0212-0747, ISSN-e 2173-3775, Nº 10, 1994, págs. 195-238.

Óscar Garrido Guijarro. Aproximación a los antecedentes, las causas y las consecuencias de la Guerra de África (1859-1860) desde las comunicaciones entre la diplomacia española y el Ministerio de Estado. TESIS DOCTORAL 2014.

Antonio David Palma Crespo. La Guerra de África (1859-1860) en imágenes. TESIS DOCTORAL 2016.

Blas Jesús Imbroda Ortiz. La posición de Melilla en la historia constitucional española .  TESIS DOCTORAL 2016.

BURGOS MADROÑERO, MANUEL. “El Africanismo español”. Revista Jábega, ISSN 0210-8496, Nº. 20, 1977, págs. 55-74

Omar Duddú El Funti. Los Amazigh del Rif. Vanguardia histórica en la defensa de Marruecos en la primera mitad del s. XIX. 2016.

ARTÍCULOS CONSULTADOS

Jorge Juan Embajador extraordinario en el Mogreb 1767. https://todoavante.es/index.php?title=Jorge_Juan_Embajador_extraordinario_en_el_Mogreb_1767&oldid=47646 

Antonio Guerra. Convenio de límites de Ceuta de 1845. El Faro de Ceuta a 19/11/2012.

Antonio Guerra. Convenio de límites de Ceuta de 1845 (III). El Faro de Ceuta a 26/11/2012.

Antonio M. Carrasco. La frontera de Ceuta: una fuente constante de malentendidos y conflictos. Diario El Debate a 28/05/2022.

MANUEL P. VILLATORO. El deleznable acto de infamia rifeño contra España que inició la Guerra de Marruecos. Diario ABC a 22/05/2018


         

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