En el día de hoy, poco antes de las 12:00H, aparecía en la Avenida Aizpuru Zakarias El Funti, hijo del líder histórico de los rifeños de Mřič. Este joven venía a establecerse en la vivienda histórica de su padre. Ésa tantas veces asediada en los ochenta por paramilitares racistas al ser el cuartel general desde el que el líder de los rifeños, Omar Fuddú, establecía las líneas de resistencia civil no violenta contra la Ley de Extranjería.
La vivienda de Omar Duddú, resquicio de un pasado de resistencia y lucha por los derechos civiles, le había sido cambiada la cerradura pocos días antes por unos familiares que reivindican derechos de herencia. Zakarias El Funti, ciudadano español y melillense, empadronado en ese domicilio desde que tiene uso de razón y armado con un poder notarial de su Sr. Padre y la asistencia del mediático abogado melillense, don Mohamed Bussian, entraba en el histórico edificio que perteneció a su abuelo paterno, el difunto empresario del barrio del Mantelete, D. Mohamedi Duddú El Funti.
Mientras se establecía en su casa el muchacho, que ha estado en todo momento acompañado y arropado por decenas de melillenses, agradecidos por la labor histórica de su Sr. padre, algunos vecinos aprovechaban para colgar pancartas que nuestra revista ha podido fotografiar. También apareció don Enrique Delgado, socialista que en 1987 fue expulsado del PSME por estar en contra de la aplicación de la Ley de Extranjería a los rifeños de Mřič y Cebta.
Mientras se estaban colocando estas pancartas
apareció una patrulla de la Policía Nacional, llamada por algún vecino. Los
agentes con toda profesionalidad realizaron sus diligencias de menester para
reconocer que Zakarias El Funti, el hijo de Omar Duddú, tiene derecho a
establecerse en la casa de su abuelo.
Durante la concentración la paz general se vio interrumpida levemente por las discusiones entre ambas partes litigantes y también cuando uno de los agentes impidió a los concentrados colocar más pancartas, concretamente una tercera. No obstante, salvo estas puntualidades, los hechos se desarrollaron con total normalidad, asegurando los agentes diligentemente el normal desarrollo de la concentración y el establecimiento del benjamín de los Duddú en su domicilio paterno.
Huelga decir que este muchacho melillense, Zakarias
El Funti, ha sufrido años de exilio, únicamente por ser hijo de Aomar Mohamedi
Duddú, el melillense que DERRIBÓ EL
APARTHEID que padecíamos los nativos melillenses hasta 1987. Por esta labor histórica, la familia
Duddú sufre desde hace treinta años represalias de todo tipo.
Estos desgraciados sucesos empero no son motivo de ninguna alegría, al menos para nuestro medio. Sólo podemos esperar la reconciliación de todos los miembros de tan buena familia como la familia Duddú, que tan importante ha sido para cientos y cientos de familias rifeñas de Mřič y Cebta. Este problema insinúa, y esto quizá sea lo más reseñable de la situación, una cuestión de fondo, la inexistencia de viviendas suficientes para los jóvenes melillenses, y dos son las causas principales:
PRIMERA. En una ciudad pequeña como Mřič, una gran parte de los propietarios de viviendas no son melillenses.
Durante el siglo XX, el Estado español favoreció la colonización del recién conquistado campo de Mřič ofreciendo lotes de viviendas a trabajadores de la península. Estos colonos al llegar a la edad de jubilación volvieron a sus lugares de origen, dejando la vivienda en Mřič como un activo financiero. Al tipo peninsular, se añade el israelí de origen melillense, el cual tras trasladarse a Israel procedió de la misma manera.
Así, tenemos fuera de Mřič, en España e Israel, a una pequeña clase financiera de lumpenproletariado, sin más arraigo en nuestra ciudad que el que tiene una pulga con el perro al que chupa la sangre. Esta clase prefiere poner las casas otrora regaladas a sus padres, en régimen de alquiler a los nativos, antes que vendérselas. Son los amos invisibles de los nativos y también de los criollos melillenses pobres. Son para los que trabajan miles de melillenses, a pesar de no tener más contacto con ellos que la renta que dejan todos los meses ante el Administrador de Fincas que ejerce de intermediario.
SEGUNDA. Una parte de la actual población en Mřič son funcionarios trasladados desde la península por los pluses de residencia. Una población flotante como ésta, sin ningún arraigo en la ciudad y que vive alquilando, sólo puede aumentar los precios del alquiler por la ley de la oferta y la demanda, imposibilitando a los jóvenes melillenses de las clases más humildes, sean de origen amazigh (la mayoría) o peninsular, algo tan básico como independizarse y poder hacer su vida.
Al aumento que generan a los precios del alquiler se unen los problemas de convivencia. Y es que la composición poblacional, y por tanto cultural de Mřič (y también de Cebta), no es exactamente la misma que la de España (o la del resto de España, si se prefiere). Por ejemplo, en España, los “musulmanes” suelen ser inmigrantes de primera generación, pero en Mřič son nativos que habitan la región desde tiempos inmemoriales. Es perfectamente entendible que una persona que viene de la península, conciba y trate de hecho a los cabileños rifeños como extranjeros, y no como compatriotas españoles que son de derecho. Alguno llegó a decir que “el DNI de los moros no es un DNI sino un error administrativo”.
El problema se agrava si de en vez de una persona trasladada, hablamos de miles, con responsabilidades. Poca posibilidad de integración cabrá respecto a la tierra del Estado que los acoge, será más bien ésta la que tendrá que integrarse a sus mentalidades. En todo caso, el envenenamiento progresivo del modelo de coexistencia de 1987 puede ser un riesgo preocupante.
Ambos casos expuestos son dos caras de una moneda que plantea una recua de problemas económicos a los melillenses y a los cebtíes. Estos problemas son más evidentes en el colectivo de rifeños porque son los que concentran más desfavorecidos. Desgraciadamente, el melillense y el cebtí pobre, de ascendencia peninsular, el criollo, aún no se ha dado cuenta de que socialmente tiene más en común con el nativo norteafricano, precariado como él, que con la oligarquía burocrática peninsular que se enriquece de los fondos que el Estado destina a Melilla.
CARTA DE ZAKARIAS EL FUNTI (PUBLICADA EN SU PERFIL DE FACEBOOK
Deseo expresar mi total agradecimiento en el nombre de mi padre, en el mío y en el de toda la familia El Funti, a todos aquellos que nos han manifestado su apoyo y cariño en el día de ayer (31 de mayo) en nuestro domicilio familiar.
He visto la solidaridad directa y personal de hombres y mujeres
grandiosos/as, que nos han arropado durante estos sufridos días que hemos
tenido que estar fuera de nuestro domicilio, por causas ajenas a nuestra
voluntad.
Se nos impidió entrar al edificio de nuestra vivienda, al haber cambiado la
llave del portal sin aviso alguno como es la obligación legal de hacerlo y de
suministrárnosla. Una vez que pudimos entrar en el edificio (Avda. Aizpuru
31-Bajo) de manera inesperada y fortuita, y a pesar de la oposición radical a
que entrásemos, por parte de unos Individuos-Musculitos ajenos a la residencia
y vecindad del edificio, nos encontramos con una amarga sorpresa al querer
abrir las dos puertas de nuestro domicilio, comprobando que no era posible
hacerlo ya que habían forzadas y atracadas las puertas, y cambiadas las
cerraduras.
En ese momento me aparece uno de los individuos-musculitos en tono
intimidatorio y amenazante, diciéndome que quería, le respondí que quería
entrar en mí casa, la a casa de mi padre y me respondió que aquí tu padre no
tiene nada.
Viendo que el individuo-musculito me provocaba para ejercer conmigo diabólicamente
lo que posiblemente no hizo ese día en el “gimnasio”. Con mucha pena y disgusto
tuve que retirarme con mi tía que vive en el 2º derecho, que al igual que mi
persona pasó el mismo calvario. Desde ese día, mi tía estuvo encerrada en su
casa hasta ayer, al no tener llave del portal para poder entrar cuando saliese,
produciéndole un deterioro de su salud, ya de por sí muy delicada.
No dejaré de mencionar que cuando se me impidió entrar en mi domicilio,
observamos que desde el contador del salón tradicional de mi casa se había
sacado un cable fraudulentamente para suministrar luz al piso 1º Derecha, que
carecía de contador, piso que tenían alquilado ilegalmente, ya que para hacerlo
tendrían que tener la autorización de todos los herederos. Para más escarnio la
luz que consumían fraudulentamente desde octubre del año 2021 hasta hoy, era
pagada por mi persona en el banco Santander, llegando a consumir
aproximadamente 50 euros mensuales, cuando el consumo normal nunca sobrepasó
los 12 euros mensuales. Todas estas ilegalidades, irregularidades, coacciones,
amenazas e intimidaciones se encuentran en manos de la justicia, en la que
confiamos.
Desde ayer me encuentro en mi casa (destrozada) con mi familia, y cuando
digo mi familia también me refiero a todos ustedes que de una manera u otra
habéis estado a nuestro lado. Deseo reiterar mi agradecimiento a todos los que
nos han apoyado desde las redes sociales. Rechazo y repudio es lo que ha
originado en todas las redes sociales. EL apoyo que hemos tenido ha sido unánime
al igual que unánime ha sido la condena social a ellos. Esperemos que los “dos
Musculitos y el Tembleque” tengan que rendir cuenta a la justicia.
Zakarias El Funti Ben Omar Duddú
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